Voy a contarles algo que me ocurrió cuando era
pequeña, tendría cuatro o tal vez cinco años. Resulta que me escondí debajo de
la cama, este hecho sucedió en la habitación de mi hermana Celeste y era de
noche, cerca de las nueve. Mientras tanto Rosa, mi mamá, y familiares me
buscaban.
Ese mismo día la gente de mi barrio había
leído en el diario que había una señora secuestrando niños. Muchos de mis
vecinos me empezaron a buscar. Uno de ellos decía: “ya tenemos que buscarla, no
sabemos qué puede pasar si no aparece“.
Mi mamá conversaba con mi vecina Irma:
―Ya me fije
debajo de la cama. ¡Ay, esa pendeja! Por lo que me hace pasar…
―Ya va aparecer, quédate tranquila ―decía mi
vecina consolándola.
―No me puedo quedar de brazos cruzados, voy a llamar
a la policía.
Llamaron a la policía. Mi mamá le daba la
explicación de cómo había sido. El policía trató de tranquilizarla a través
del teléfono y le repitió que vuelva a
fijarse en toda la casa, para ver si no estaba escondida. Mientras tanto la consolaba:
―Tranquila, señora, ya vamos para allá. Tenga
paciencia y la esperanza de que la vamos a encontrar a su hija.
Después de todo esto, mi mamá se fijó
nuevamente en las habitaciones. Descubrió que yo estaba debajo de la cama
comiendo unas galletas y, además, jugando con las pinturas de mi hermana
Celeste. Con muchísimo alivio mi padre, Raúl, llamó a la policía para cancelar
la denuncia.
Rosa Comisso 2D
No hay comentarios:
Publicar un comentario