miércoles, 2 de noviembre de 2016

Alucinación.


Me llamo Mary, hoy se cumplen dos meses desde que llegué a este lugar. La verdad es que mi esposo me trajo una noche porque me sentía mal, me dejó acá y no volvió más, pero tampoco me importa si vuelve o no. No lo quiero ver.
Por lo que la doctora me dijo (¡bah! “doctora”: una mujer con una bata blanca y bien educada), tengo una enfermedad llamada “ESQUIZOFRENIA”, que es un “trastorno mental” (¡dios! Estoy bien yo).
Les cuento, tengo una amiga que se llama Lucía. Un día apareció de la nada diciendo que ella venía del más allá y que iba a ser mi mejor amiga. Desde ese momento hablo con ella siempre, es la única que me escucha y entiende.
Hace tiempo que paso las tardes en mi habitación, mirando los pájaros que vuelan hasta mí y me saludan, son muy buenos ellos. Yo le conté esto a la doctora, pero me dijo que no había nada y que cuando vea a pájaros saludándome apriete un botón que me habían dado, y digo “habían” porque lo tiré.
―¡Mary, Mary!
―¿Lucía?
―Sí, soy yo. Escuchá esto, es rápido.
―¿Qué pasa?
―Prestá atención, esta noche a las nueve te tenés que ir de acá.
―¿Por qué?
―Porque te odian, te quieren transformar y alejarte de mí, tu mejor amiga.
―Bueno, nadie me va a separar de vos, NUNCA.
A la hora pautada, tenía todo listo: iba a pedir ir al baño y, como había visto que allí había una ventana, me iba a subir al inodoro, pisaría ahí donde está el papel higiénico y justo a las nueve saldría a conocer el mundo que hacía ya dos meses que no veía.
Justo a la hora que me había dicho Lucía escuchaba su voz diciéndome que saltara, que esa era mi salida si quería estar con ella. También escuchaba que los doctores trataban de abrir la puerta del baño y no podían.
Tal cual me había pedido Lucía, me tiré. Había salido al mundo, pero ¡estaba muerta! En un abrir y cerrar de ojos estaba en una habitación toda blanca, donde había cuadros de muchas niñas felices. Incluso, vi un cuadro donde había una foto de Lucía y otro más allá, pero no se notaba mucho quién era.
―¡Mary!, ¡Mary!
―¿Lucía?
―Sí, soy yo.
―¿Qué pasa? ¿No iba a salir al mundo? ¡Sigo en el hospital!
―No estás en el hospital, esta es tu salida persiguiendo a los vivos.

Jazmín Figueroa. Tercero C.

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