domingo, 19 de junio de 2016

Una Noche Loca.

Una Noche Loca.

Estaba reunido junto a mis amigos un sábado por la noche, como era de costumbre ya, comiendo y bebiendo, hablando de la vida.
Luego de varias rondas de tragos, se nos acabó la bebida y no teníamos más opción que salir en busca de algún lugar donde poder comprar. Caminamos y caminamos sin éxito, sin poder conseguir nuestro tan anhelado alcohol.
Después de haber recorrido casi 18 cuadras, cruzamos un grupo de jóvenes, al cual le comentamos nuestro problema (esperanzados en encontrar un sitio donde abastecernos). Sin hablar y haciendo un gesto señalando hacia un pasaje, uno de ellos nos indicó el camino. Muy alegres nos dirigimos hacia allá y, luego de cruzar un estrecho pasaje, dimos con un hombre de aspecto sombrío, como si estuviese de guardia. Nos acercamos a hablar con él.
-¿Puedo comprar bebidas aquí?
-Sí.
-Gracias.
-Bebidas y algo más… -dijo susurrando, casi riendo.
Al entrar fue tal nuestra sorpresa que quedamos en shock. Era un prostíbulo, más conocido como un antro. Tras la fatiga de haber transitado tanto, más el efecto del alcohol, decidimos quedarnos.
Cuando la noche se encontraba en su máximo esplendor ocurrió algo inesperado. Decenas de uniformados arremetían contra el lugar en el que nos encontrábamos. Como era de esperar, terminamos en la comisaría.
-¿Sabían que en este lugar de mala muerte, hay trata de personas?
-No señor, es la primera vez que vamos.
-Argentina tiene treinta y cinco mil trecientos sesenta y ocho víctimas a causa de la trata en el país, siendo uno de los primeros en la lista (ocupa el puesto n° 4).
-Para que puedan darse cuenta, imaginen que esas personas ocuparían más de la mitad del estadio M. Kempes -comentó otro policía.
Aprendimos la lección y nos dejaron ir sin haber levantado cargos contra nosotros.


José Cardella
David Pian
Matías Piñero
Sexto A.

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