El mal
de Barbacoa
Hace
miles de años, en un pueblo cercano a la India, habitaba un anciano
llamado Barbacoa que tenía una barba muy larga.
Un día
se cortó el dedo cocinando. Como no tenía nada para limpiarse, se
pasó la mano por la barba, siguió cocinando y a la hora le
cicatrizó. Hasta que se dio cuenta de que con su barba podía
curarse las heridas. Entonces le contó a todo el pueblo pero nadie
le creía.
Un día
llegó una señora y le dijo:
-¿Usted
es el señor Barbacoa?
-Sí, soy
yo. ¿Qué necesita? –respondió él.
-Lo que
pasa es que me corté mi pierna y me dijeron que usted curaba
heridas. ¿Me podría curar?
-Sí,
cortaré un poco de mi barba y le curaré su herida.
La
señora salió corriendo contenta a contarle a todo el pueblo y así
le creyeron. Cada vez que alguien tenía un accidente, lo iba a
buscar y le cortaba un pelo de su barba para curar sus heridas.
Un año
después Barbacoa se dio cuenta de que no tenía más barba y empezó
a disminuir su altura. Entonces se convirtió en un duende.
Delfina
Mancini, 1° B
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