sábado, 25 de junio de 2016

El amor que nunca llegó.

El amor que nunca llegó.

Cuenta la leyenda sobre dos adolescentes en la época de los cincuenta, en París, que se amaban mucho. Su amor empezó desde muy chicos y así perduró hasta su adolescencia pero sus padres prohibieron la relación entre ellos. Él era un chico humilde y los padres de ella eran de clase alta. Por ese motivo no querían que estuvieran juntos. Ellos decían que Leonardo no estaba a su altura, pero María no pensaba igual que sus padres. Su amor hacia él era muy sincero. Todas las tardes se encontraban a escondidas en la plaza y conversaban:
-Leonardo, mis padres prohíben lo que sentimos nosotros.
-Pero, María, nuestro amor es muy sincero y verdadero.
-Entiende, Leonardo, lo siento mucho dijo María y salió corriendo. Él la persiguió. Ella se subió a la carreta y se fue. Él empezó a llorar y a gritarle:
-¡No te vayas, María, por favor!!!
-No soy yo, Leonardo, son mis padres, perdóname.
-¡Acuérdate, María, yo todas las tardes estaré aquí esperándote!
Esa misma tarde María se mudó a Argentina por treinta años y por treinta años, Leonardo iba a la plaza a esperarla, pero ella nunca volvió. Él al tiempo falleció por depresión y soledad.
Cuando ella volvió, fue tarde. Lo que había pasado era que, cuando ella se fue, estaba embarazada y en esos treinta años creció su amada hija Natalia que, cuando murió su padre, tenía veintinueve años. Las dos juntas fueron a la plaza y vieron que había crecido un hermoso árbol. Natalia dijo:
-Mira, mamá, un árbol en este lugar.
-Sí, hija, es tu papá y su amor que nos cuida.
Años después falleció María y en la plaza volvió a crecer un árbol que se enredó con el otro formando un corazón y allí es donde va todas las tardes Natalia a estar en paz con sus padres bajo esos árboles que simbolizan su amor y felicidad eterna.
Catherine Cáceres, 1° A

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