lunes, 6 de junio de 2016

La leyenda del sol.

La leyenda del sol.

Hace muchos años antes de Cristo, en un desierto de Argentina vivían aborígenes comechingones. Había un jefe de la tribu nómade que se llamaba Guachormay y le gustaba una chica muy bella. Era trigueña y con un pelo muy largo de color negro. Él se enamoró perdidamente de ella y dejó de cazar sólo para adorarla, pero el dios de la cacería se enojó y lo convirtió en un oso que hacía daño.
Guachormay no pudo hablar con la hermosa chica y se puso triste. En el medio del bosque empezó a romper todo lo que había a su paso hasta que se encontró con la bella muchacha y no la lastimó. Le dijo con una grave voz: “Hola” y ella le respondió: “No me hagas daño, por favor.” Guachormay se puso triste y salió huyendo hacia un precipicio para tirarse pero justo llegaron unos cazadores y lo enredaron con hojas de árboles y con cueros.
Lo llevaron a la tribu nómade para comerlo y el oso se escapó rápido. Huyó rápido hacia el bosque rezando para que le devolvieran su cuerpo porque no quería estar en otro cuerpo.
Esas noches eran muy frías igual que los días pero como Guachormay era un oso no tenía frío. Rezaba todas las semanas para ser humano de vuelta pero el dios de la cacería no quería hasta que un día le dijo: “No voy a poder regresarte tu cuerpo pero sí convertirte en sol, el más brillante de todos para que tu amada no tenga frío y te agradezca.” Guachormay dijo: “Está bien pero hazlo ahora”.
Después de unas horas, Guachormay se convirtió en el dios sol y la tribu le agradeció con bailes, cantos y ofrendas, pero la más agradecida fue la muchacha.
Así Guachormay se puso muy feliz y vivió bien por el resto de su vida como dios sol.

Joaquín Andrada, 1° B

No hay comentarios:

Publicar un comentario