Era una tarde como
cualquiera, estaba sentada en la vereda tomando un refresco con Lucas, mi
amigo. Hablábamos de lo rápido que se habían pasado las vacaciones; de cómo lo
bueno pasa tan de repente, mientras las épocas de colegio se hacen eternas; cuando
recibí una llamada.
—¿Valentina? ¿Dónde estás?
Necesito decirte algo, pero no por teléfono —dijeron con voz
entristecida, como llorosa.
—¿Quién habla? —respondí.
—Soy yo, Juan, tu tío.
Vení lo más rápido que puedas hasta la casa de la abuela.
Intrigada colgué la
llamada y le pedí a Lucas que me llevara hasta la casa de mi abuela.
Estaba
oscureciendo. Cuando íbamos llegando observamos que había mucha gente fuera de
la casa, se los notaba muy tristes, uno que otro lloraba.
—¡Alguien que me explique
qué está pasando! —grité con voz llorosa.
—Valen, tranquila... Es
que el abuelo sufrió un ataqué al corazón... Los médicos hicieron todo lo que
pudieron, pero no lo logró.
—¡¿Qué?! No puede ser
cierto.
Mi abuelito, ese
que todas las mañanas me levantaba con el desayuno en la cama, el que todas las
tardes me contaba anécdotas de su infancia en la plaza, estaba muerto.
Desesperada, sin
aliento, salí corriendo hacía la plaza donde tanto adoraba pasar las tardes con
él. “¿Por qué Dios? ¿Por qué él? ¡Siempre fue una buena persona, no se merecía
algo así, era joven todavía! ¿Por qué?”, me preguntaba una y otra vez, todavía
no podía creerlo.
Luego de unas horas
regresé a la casa de mi abuela. Fui hasta su habitación, donde encontré tantas
fotos, recuerdos de cada uno de mis hermanos, primos, tíos... Entonces
comprendí que él ya había vivido una vida en la que había sido muy feliz, que
por más que me doliera tal vez ya era su hora de partir. Después de todo, todos
partiremos en algún momento. Y como decía él: "La vida es una sola y hay
que disfrutarla hasta el último día".
Hoy ya pasó un año
de aquel triste día en el que recibí esa llamada y aunque él ya no esté entre
nosotros yo lo sigo sintiendo presente en cada momento. Eso fue lo que me dijo
una vez mi abuelo, que el que una persona no esté físicamente no significa que
no se encuentre entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario