Para el
cumple de mi hermana Layla, nos fuimos a festejar con mi familia y amigos. Lo
realizamos en el Dino. Vimos una peli y después, a la salida del cine, comimos
en el patio de comidas.
Cuando estábamos haciendo la sobremesa, las personas
que estaban en la mesa del lado se levantaron y dejaron olvidado un celular. Mi
Papá me dijo: “Andá a buscarlo que se lo damos a ese guardia cuando pase”.
De repente entró una chica preguntando si no habían
visto un celular. Me levanté y le pregunté a aquella persona:
―¿Qué
celular tenías?
―Es un LG
negro, con funda roja ―me respondió.
Entonces le
dije a mi papá que me lo diera para dárselo a Marisol, que así se llamaba la
chica.
Ella, muy agradecida, me dio un abrazo, me regaló
$100 y me dijo: “no es mucho, pero es una forma de agradecerte”.
Lazaro Monteiro 2C
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