Eran las 6 de la tarde. La plaza de mayo estaba llena de
gente, cámaras y grabadoras. Allí estaba Estela de Carlotto con sus 85 años y
su típico pelo rubio bastante ondulado. Estaba sobre una tarima frente a un
micrófono a punto de dar un gran discurso hacia una plaza repleta de gente.
—Buenas
tardes a todos los presentes. Como quizá muchos aquí ya saben, después de tanto
esfuerzo juntos y meses de trabajo continuo pudimos encontrar al nieto número
119 –dijo con una sonrisa-. Estamos tan orgullosos de cada persona que nos
ayuda, sea personalmente o por nuestra página de internet, ya que si todos
ponemos si quiera un mínimo granito de arena podemos cambiar todo esto y ayudar
a tantas familias que aún buscan a alguien –comenzó a disminuir su sonrisa
dejando a la vista unos ojos tristes-. Obviamente, esto aún no ha terminado, ya
que nos faltan 381 nietos por encontrar –suspiró- ¿Se imaginan esa cantidad de
pequeños? Aunque ahora ya deben rondar entre los 35 y 40 años. Algunos morenos,
otros rubios, hasta colorados podría decir. Todos ellos sin su verdadera
identidad. ¿No pueden si quiera pensarlo, verdad? Por ejemplo, imaginen esta
plaza totalmente repleta de las familias de las 381 personas afectadas. Sus
madres, padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, sobrinos, cuñados. Todos aquí
presentes ¿Es una locura cierto? Esta plaza tiene casi 20.000 m², es muchísimo,
y a pesar de eso estaría repleta. Todos los integrantes de cada familia unidos
por una misma causa: lograr que se cumpla el derecho a una identidad –levantó
su tono de voz-. Y por cada una de esas familias yo juro que vamos a luchar
hasta encontrar cada nieto robado en esa horrible época y a devolverles su
verdadera identidad.
Comenzaron
todos a aplaudir, algunos con ojos llorosos, otros furiosos por la indignación,
cada uno con sus emociones. Pero nunca dejando de pensar en dichas personas que
ahora no conocen nada de su verdadera esencia y quién sabe si algún día lo
harán. Aunque, como dicen, la esperanza es lo último que se pierde.
Rocío Ramos
Jazmín Valdivia
No hay comentarios:
Publicar un comentario