Afrontemos
la violencia en igualdad de condiciones
Hace un tiempo, con el colegio fuimos a ver una obra
de teatro llamada “Pena de fuego”. Aunque estaba centrada sobre todo en el
sufrimiento y abuso que padecían las mujeres en prisión, nos hace reflexionar sobre
el grado de violencia que hay en nuestros días y sobre el hecho de que no
siempre se hace justicia.
Cuando hablamos de violencia a muchos rápidamente se
les viene a la cabeza la violencia de género, que si bien es un acto horroroso,
no es el único tipo de violencia que existe. En la obra podíamos ver a uno de
los guardias de prisión abusar sexualmente de una de las mujeres detenidas,
quien no era la primera ni la última.
Actualmente la mujer está protegida de las violaciones
en prisión, pero no podemos decir lo mismo de los hombres por lo toman como
parte de su condena. La mayoría de los indigentes son hombres, las víctimas del
90% de los homicidios con armas de fuego son hombres, en muchos países el
servicio militar es obligatorio si sos hombre y la lista continúa. Sin embargo,
todas estas problemáticas no son afrontadas adecuadamente. Un 97% de las
denuncias de violencia de género son hechas por mujeres; pero no se toma en
cuenta que es más fácil que una denuncia sea escuchada si se es mujer, además
de que se considera humillante que un hombre sea golpeado y por este motivo son
menos los que se animan a hablar.
Todo esto me lleva a la conclusión de que, para acabar
con la violencia, no hay que darle prioridad a ningún género. Debemos afrontar el problema como en realidad es, ya
que afecta a ambas partes, para que todos podamos vivir mejor y en igualdad de
condiciones.
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