viernes, 4 de julio de 2014

La calabaza embrujada

La calabaza embrujada 

Una tarde, hace mucho tiempo, un niño llamado Ignacio estaba buscando una calabaza para ponerla de adorno en la puerta de su casa. Ignacio encontró una que estaba embrujada. Después el niño llamó a su amigo Bermúdez para que lo ayudara a llevarla al patio de su casa, en el día de Halloween. El pequeño le dijo a su amigo:
-Ayúdame a quitar lo de adentro –y cuando lo estaban haciendo, le hicieron una cara por fuera a la calabaza.
Llegada la noche, los niños salieron a recoger dulces, pero cuando se fueron de la calabaza salió un monstruo llamado Calavera que comenzó a matar a todos los que estaban a su alrededor, excepto a los niños que no se daban cuenta de nada.
Cuando Calavera ya había matado a casi todos los de su pueblo, cuando ya solo quedaban pocas personas, el monstruo no quiso dañar a Ignacio y a su amigo porque creía que los niños eran los que lo habían resucitado. Entonces Ignacio se asustó mucho y llamó a sus papás. Calavera creyó que los padres eran malos y los asesinó. La muerte llegó y le dijo a Calavera:
-Ese niño, Ignacio, fue el que te creó, no fui yo.
La muerte dijo eso para salvar a los niños. Entonces. Desde ese día, no mató a nadie más y desde entonces va por todos los pueblos en cada Halloween repartiendo dulces y cuidando a los niños.

Yuliana Piñero 1° A

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