Pinocho
y su abuela
(Ensalada
de personajes de cuentos de hada)
Había
una vez un niño que se llamaba Pinocho. Vivía con su abuela y para
sobrevivir comían insectos.
Un día
en que la abuela no se sentía bien y se quedó en la cama, llamó a
Pinocho y le dijo:
-Pinocho,
al salir de la escuela, tráeme manzanilla para hacerme un té. No te
quedes jugando y vuelve pronto.
-Sí,
abuela.
Cuando
iba a la escuela, Pinocho se encontró con los siete enanitos que
estaban preparando una caña para ir a pescar. Uno de los enanitos le
dijo:
-Hola,
Pinocho, ¿querés acompañarnos a buscar a los tres chanchitos y al
lobo que están tomando la leche?
-Vamos
–dijo Pinocho, olvidándose de los consejos de su abuela.
Cuando
llegaron, Pinocho no alcanzó a dejar las cosas que ya sacó la caña
para pescar, se acercó a la orilla para ver los peces y de repente,
atrapó uno que era inmenso. Con la fuerza del pez, Pinocho se cayó
al agua. Los chanchitos por suerte lo pudieron sacar y lo llevaron
pronto a la casa del lobo. Pinocho no dejaba de llorar. Encima se
había olvidado de la manzanilla que le había prometido a su abuela
para el dolor. Entonces los enanitos le dijeron que se calmara, que
ellos iban a llamar al hada de los dientes para que curara a su
abuela. Pinocho se calmó y apareció el hada.
-Hola,
Pinocho, ¿qué te anda pasando?
-Estoy
triste por mi abuelita.
-¿Y qué
le ocurre a tu abuelita?
-Está
muy enferma y no sé cómo ayudarla.
Entonces
el hada decidió ayudarlos. Fue con él, los tres chanchitos, los
siete enanitos y el lobo a lo de la abuela. Llegaron a la casita y
ella estaba muy preocupada. Pinocho le dijo que no traía la
manzanilla pero traía algo mucho mejor: al hada de los dientes que
les iba a conceder dos deseos.
-¿Qué
es lo que usted desea?
-Convertirme
en una abuela de madera.
-Si eso
es lo que desea, está concedido.
-Y tú,
Pinocho, ¿qué es lo que más deseas?
-Aprender
a nadar.
Y así
el hada de los dientes y todos sus amigos festejaron por lo que había
pasado.
Zoe
Campos 1° A
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