La
Bella y el Dragón
(Una
princesa valiente, un dragón que no mata ni a una mosca y un
caballero corrupto)
Un día,
una bella princesa quiso salir del aburrimiento del castillo y salió
a caminar por el campo.
Cuando
ya se había alejado un poco, descubrió una gran cueva hecha en la
montaña de donde salían unos ruidos extraños. Como era muy
curiosa, se acercó para ver qué era lo que ocasionaba tal ruido. A
medida que se acercaba se dio cuenta de que esos ruidos no eran más
que grandes lamentos de un enorme dragón que se encontraba
encadenado en la cueva. Como era muy valiente y no tenía miedo, le
preguntó al dragón:
-¿Por
qué lloras? ¿Quién te puso aquí?
El
dragón, un poco sorprendido de que esta criatura no le tuviera
miedo, contestó:
-Un
caballero muy malo me encadenó en esta cueva para que yo asuste a
quienes él me ordene y así sacar provecho cobrando por su
protección. Eso me pone muy triste ya que yo quiero ser libre y que
la gente no me tema porque soy un dragón bueno.
La
princesa se conmovió ya que en los ojos del dragón se notaba su
tristeza. Y le dijo:
-Yo te
ayudaré y así podrás escapar del yugo de ese mal caballero.
Tomando
una horquilla que tenía en su hermoso cabello abrió el candado que
sujetaba al dragón a las cadenas y éste quedó libre.
Tan
agradecido quedó el dragón que se ofreció a cuidar a todo el reino
y protegerlo de malos caballeros que utilizaban artimañas para su
propio provecho.
Martina
Bracamonte 1° A
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