viernes, 5 de abril de 2013

¡Me quedé atrapada!

Recuerdo cuando fui en 6° grado de viaje de estudio a Mendoza. Tenía un baño en la habitación que compartía con cuatro compañeras, que no se cerraba porque la puerta tenía el picaporte roto.
Un día me fui a bañar y puse un banquito para sostener la puerta. Cuando quise salir del baño, al banquito le quedó una pata atrapada en una rotura del piso. Empecé a gritar pidiendo ayuda y no podían abrir la puerta desde afuera por la falta de picaporte, hasta que con fuerza lo saqué y me caí en la bañera. La verdad, me di un susto bárbaro.
Anécdota de Constanza Mazzoleni, 1° A

1 comentario: