Cuando yo
tenía tres años, en un descuido de mis papás, abrí la puerta,
salí a la vereda y me fui a la casa de mi bisabuela. Llegué a la
casa de ella, me recibió y me preguntó con quién andaba. Le
contesté que sola. Entonces se preocupó y ella se preguntó cómo
había llegado ahí.
Mis papás
en casa empezaron a buscarme por todos lados, por los rincones,
salieron a la calle y me seguían buscando. Mi papá fue a la vuelta,
donde vivía mi bisabuela, y me encontró. Entonces ella lo retó, le
dijo cómo había dejado que yo saliera a la calle y él dijo que era
todo por un descuido.
Anécdota de
María Lesta, 1° A
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