El robo
del auto
En agosto de 2005, luego de comprometerme, me mudé a la ciudad de
Cosquín con mi marido y mi hijo de 4 años. Nos habíamos mudado
allí para encontrar la tranquilidad que no lográbamos tener Córdoba
por ser una ciudad muy saturada. Cuando llegamos al barrio, los
vecinos se veían muy susceptibles con nuestra llegada, a pesar de
ser un lugar tranquilo.
Una noche, luego de haber jugado con mi hijo nos fuimos a dormir. Al
otro día, nos levantamos a desayunar y cuando fui a buscar el auto
para llevar a mi hijo al jardín no estaba. Yo pensé que lo había
llevado mi marido, lo llamé y me dijo que él no lo había sacado.
Luego de cortar el teléfono me fijé en el portón y las cerraduras
no estaban forzadas ni con ningún rasguño.
Después de haber dejado a mi hijo en el jardín, fui hasta la
comisaria a hacer la denuncia. Los policías fueron a interrogar a
mis vecinos para ver si habían visto algo extraño.
Mi vecino Lisandro dijo que había escuchado el sonido de un auto que
salió a mucha velocidad a la madrugada, cerca de mi casa. Luego de
haber sentido el ruido se levantó, se cambió y salió a ver qué
sucedía, porque le resultó raro que en ese barrio saliera un auto a
esa velocidad, pero no vio nada. Armando, otro de los vecinos, dijo
que esa noche no se encontraba en su casa pero que se había quedado
la ama de llaves. Un policía le pidió que llamara por teléfono a
su ama de llaves para preguntarle si no había visto o escuchado nada
raro esa noche. Armando llamó a su ama de llaves y le preguntó si
ella no sabía nada de lo sucedido esa noche. Ella estaba muy
nerviosa y tartamudeando le dijo: “cuando sucedió el robo del auto
yo no me encontraba en su casa”. Los policías empezaron a
sospechar de ella porque en ningún momento habían mencionado lo del
robo y no se explicaban cómo sabía lo sucedido por lo que
decidieron revisar la casa de Armando. Allí encontraron la copia de
las llaves del garage de mi casa en una olla dentro de la cocina. La
policía no sabía en realidad lo que había pasado, por lo tanto
los dos eran sospechosos, tanto la señora como Armando.
En la investigación confirmaron que el ama de llaves de Armando era
hermana de la señora que limpiaba mi casa, pero todavía no se podía
explicar por qué las llaves estaban en la casa de Armando escondidas
en una olla. Allanaron la casa de las dos hermanas y encontraron los
CD y la llave de mi auto en su bolso, por lo cual fueron arrestada
las dos.
Una semana después apareció el auto en una bodega abandonada,
gracias a los policías lo pude recuperar. Luego de todo lo que pasó
con mi marido decidimos volvernos a Córdoba porque habíamos quedado
muy preocupados por lo sucedido y no lo queríamos volver a pasar por
una situación similar.
Vanesa
Ribulgo (3er. año)
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