Un día era el cumpleaños
de mi hermana y yo era muy chiquita. Alquilamos un pelotero, en el
cual yo estaba saltando y me bajé porque justo venía el padrino de
mi hermana. Él entró con el auto marcha atrás cuando veo mi pelota
y me tiro. Cuando ya me fijé, el auto me había pasado por encima de
mi brazo.
Fuimos al doctor y me
dijo que no tenía nada. Me envolvió y cuando volví al cumpleaños
me saqué la venda y todo lo que me habían puesto. Seguí saltando
en el pelotero.
Nahir Saad 1° A
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